jueves, 29 de mayo de 2014

Recuerdos del pelo largo

Buenas,

esta foto me evoca recuerdos que permanecían donde acaba mi calva. En esas autopistas que los años te dan y donde los recuerdos se borran.


"...recuerdos del pelo largo, viejo Blues, queridisimo Eric Burdon..." (Burning)

Más que del pelo largo recuerdos de cuando hacía uso del peine, espuma y secador. De las  cerca de dos horas que duraba el ritual de antes de salir a "escena". Los viernes noche empezaban con Contacto con tacto de fondo y los sábados tarde con Sensación de vivir. Ducha fría, sesión larga de peluquería casera, incluido el afeitado, con patillas cortas y arregladas mezclando el estilo de Dylan y el de Brandon Walsh. Nota: Los menores de cuarenta visitar la Wiki.
Luego tocaba vestirse, tejanos que podían variar entre blancos, verdes o los originales, los lavados a la piedra. Camisa de "seda" de manga larga siempre pero en verano reservadas solo para la noche y americana que variaba entre una verde y una granate. Calcetines de ejecutivo y unos Dr. Martens (los mejores zapatos que he comprado en mi vida, dicho por mi madre) y ya estaba todo listo; colonia, dinero en la cartera, poco, y a disfrutar.
No solía, bueno mas bien no sabia bailar. En la mítica discoteca nos poníamos arriba del todo de unas escaleras donde se divisaba todo el recinto, esa escalera conectaba la sala de abajo con la pasarela que cruzaba todo el local longitudinalmente a la pista, con el Privee. Ahí si, ahí estaba en mi salsa, conocíamos a mucha gente -chicos más bien pocos o ninguno, mas bien lo segundo- tanta que una vez llegó a nuestros oídos que la seguridad del local nos tuvo vigilados durante un mes en todas las sesiones a las que íbamos por que creían que vendíamos caramelos.
Ahí estábamos uno en cada lado de la escalera, tres escalones, si tres, por debajo de la planta del pasillo y cada uno apoyado en una barandilla. Charlando, riendo, conociendo chicas. Más de una ampolla habremos levantado entre los tíos pero he de decir que jamás tuvimos problema alguno dentro del local y uno que tuvimos, la seguridad echó a los otros cinco o seis tipos. Que días!!! Eran días de fiesta sana, de gente sana en los que aprendías a hacerte mayor. 
En Apocalypse hicimos la Universidad pero antes habíamos pasado por la Escuela General Básica de la discoteca de barrio, de primeras tardes de baile en las que íbamos en autobuses abarrotados de ingenuidad y el único que era mayor de edad era el chófer que lo conducía. Parecía que íbamos de excursión... Después dimos el salto al Instituto, dónde fotocopiábamos las invitaciones que cada jueves cambiaban y cada viernes ya teníamos. En el instituto ya se veían los que iban de gallitos de pelea. Conocíamos a mucha gente, tanta gente que era como estar en clase. Ya se empezaban a formar grupos, a vertebrar el circulo y también empezamos a notar a los que más tarde formarían parte de las nuevas tribus urbanas que ya empezaban a surgir y como casi todo en esta vida es evitable nosotros seguimos a nuestro rollo, a nuestras cosas, a lo que se nos daba bien sin tener que formar parte de ninguna.
Y entonces llegó el momento de dar el salto de calidad a nuestra ya de por si cálida vida de fin de semana. Decidimos ir a la Universidad. En Barcelona habían para nosotros dos universidades, Barçalles y Apocalypse. Empezamos en la primera. Grande, descontrolada, alocada, no cabía un alfiler en cada sesión. Un día sin caminar me desplacé por la pista tres metros, es cierto. Era otro rollo. Lo nuestro era mas de dar vueltas y alternar ("las vueltas son dinero" nos dijo un tipo que conocíamos y evidentemente modificamos el significado que él le daba, ya que era su sustento, por uno mas acorde a nuestros días de baile y ligue) Todo era más desfasado así que nos matriculamos en la segunda.
Apocalypse nos enseñó otro mundo, otras sensaciones, otro tipo de gente. En las sesiones de tarde no solo no habían dieciseisañeros, mas bien pocos hasta pocos habían de diecisiete largo como nosotros. Era otro estilo, la seguridad estaba pero no se hacía notar (esta comparativa la hice más tarde) fue la primera vez que al entrar en una discoteca el portero nos dijo "Buenas tardes, señores"
Dejamos atrás una serie de discotecas de barrio para llegar sin saberlo a una del pijerio de Barcelona y para que os voy a mentir, tardamos bien poco en aclimatarnos. Siempre lo hacíamos cuando llegábamos de nuevos a una discoteca, ya que es una falta de respeto llegar a un sitio y ponerte a hablar con chicas sin saber quien puede tener chico por que ya estaría liada. Recuerdo que fijos siempre éramos dos los que salíamos. También teníamos la costumbre de observar a los grupos, sobretodo a los conflictivos, dónde se ponían, con quien iban, grupo mixto o no, quien tenía comunicación con la seguridad del local, quien es el o los que siempre iban pasaos. Esto no era premeditado ni lo hablábamos entre nosotros, simplemente lo hacíamos. No puedes ir a un baile y salir con un navajazo por una gilipollez así que cautela y si el baile no nos gustaba (o podíamos oler el ambiente desde la esquina) te acababas la copa y te ibas. Eso lo teníamos claro y más cuando ya se empezaba a oír ruido en las noticias.
No he estado ni en Harvard ni en Yale (universidades de las de estudiar, no de aprender otras cosas) pero las pintan como si lo que hubiera dentro no formara parte de lo que hay fuera pues bien, eso era poco más o menos Apocalypse. Un mundo diferente al que existía fuera aunque solo fuera por unas horas.
Eramos unos niños, hasta en las sesiones de tarde había gente de veintipico así que el sentimiento de "que hago yo aquí" existía. Al principio, ya digo que esto duró cosa de un mes, si que me sentía así pero como en todos los sitios hay de todo pues bueno, nos hicimos con nuestro hueco, encontramos nuestro sitio, encontramos la respuesta al "que hago yo aquí" y durante los años que pasamos en ese mundo no dejamos de aprender.
Acabé la carrera en esa universidad y algunos amigos iniciaron el camino del Postgrado pero el ambiente, dicen que ya no es el que esperaban. Demasiada ruta del bacalao acaba por ser dañina, no es que la hicieran literalmente si no por que las universidades de la costa y alguna de Barcelona las copiaron y perdieron el encanto que habían conocido. Puede ser, pero por lo que vi en alguna clase a la que asistí simplemente creo que fue la evolución lógica de los nuevos estudiantes que venían detrás nuestro empujando y buscando su "que hago yo aquí".
Algo parecido le debió pasar a Apocalypse, se debió de intentar adaptar a los nuevos estudiantes pero supongo que por la gran cantidad de cambios de nombre que tuvo y por el dineral que debía valer el suelo donde estaba ubicada años después me enteré que la habían reducido a escombros.
Cuando supe de la noticia pasé un día por allí, creo que con ninguna excusa. Paré el coche en doble fila, delante del cuartel de la Guardia Urbana, justo en frente dónde había estado y me quedé observando el solar.
Me sentí extraño, como una noche en la Universidad que apuramos tanto la sesión que encendieron la luz de sala y de repente la magia se apagó.

Un saludo y hasta la próxima.

º Creo que ese día también estabas tú observando el solar, que también estabas dentro de uno de esos coches aparcados en doble fila delante del cuartel de la Guardia Urbana.
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** De este post tiene la culpa un gran amigo que me pasó la foto hace un tiempo y se me revolucionaron los recuerdos de adolescente. De esa camiseta hace veinte años. Tras veinte años y dos mudanzas aún la conserva. La ironía? yo no la tengo ni la tuve jamás por la costumbre de no salir de fiesta en Nochevieja.
En fin, he cerrado un circulo de veinte años. Los veinte años que prosiguen a esta foto los publicaré en veinte años, estén atentos...

*Gracias Oscar por la foto (publicada en mi Instagram)



2 comentarios:

Unknown dijo...

Leer tus letras me trasladan a aquellos recuerdos tan agradables de nuestra juventud. El tiempo no pasa en balde, hay que disfrutar de los momentos buenos que te brinda la vida. El tiempo pasa, sí, pero nuestra amistad perdura en el tiempo. Es un honor saber, que después de tantos años, seguimos siendo amigos. Un fuerte abrazo.

Óscar

Unknown dijo...

El placer y el honor por mucho que te empeñes seguirá siendo mio.
Un abrazo!!!